El Manuscrito de San Florián

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y mi volumen de relatos Fotos de Ciudades que Amanecen

Entrevista a Gonzalo Melgar

Gonzalo Melgar: "La naturaleza es el único referente universal, lo único  sobre lo que todos los seres humanos tenemos experiencia y/o conocimiento directo (...)¿Quién no ha visto el vuelo de un ave? Cuando hablas del vuelo en un poema inevitablemente comunicas"


Conversamos con el poeta Gonzalo Melgar. Para Amancio Prada, seguramente,  un candidato ideal para formar parte de su colección de trovadores, místicos y románticos,  pues él es al mismo tiempo todas esas cosas. Además, un  convencido ecologista, un apasionado de la naturaleza y, lo más importante, un ser humano excepcional.

Su alta reputación como autor de sonetos y su porte de caballero del siglo XVI, no le impide estar conectado y comprometido con la realidad más inmediata.

En “El Rincón de las Letras” mantuvimos una charla muy interesante e instructiva sobre la importancia de la  poesía mística en los convulsos tiempos actuales y sobre la naturaleza como único conocimiento universal del ser humano que, para Gonzalo, es la causa principal de su enorme fuerza expresiva en la literatura.




Yo definiría tu poesía como un deseo de fusión con la divinidad, unas veces a través de la mística otras a través de la comunión con la Naturaleza.

 Creo que lo divino, lo trascendente ha sido en gran parte la línea principal de mi poesía. No como místico, si no como aprendiz, como protomístico. Y también, efectivamente, vivido en la contemplación y la comunión con la naturaleza. Luego también hago cotidianamente poemas de amor, sobre el tiempo, la muerte, el dolor, las realidades duras de la vida… Pero sí, en mi libro “Índice Extendido”, la mística y la espiritualidad son sin duda la principal temática. Yo creo que hay cuatro grandes temas. Decía Miguel Hernández el amor, la muerte, la vida… A estos tres temas, yo añadiría Dios.

Hablemos de tu libro publicado: “ÍNDICE EXTENDIDO”. A través de su lectura yo he creído percibir un deseo de fusión con la divinidad que no llega a producirse del todo, que se transforma hasta cierto punto en frustración…

Sí, toda experiencia trascendente siempre es frustrada. Para los grandes místicos se reducía a instantes cimeros de comunión con Dios. Después experimentaban esa sequía de la que habla, por ejemplo, Santa Teresa. Lo cual es propio de la experiencia trascendente: esa frustración de no permanecer en ese estado, de no alcanzarlo plenamente. Creo que eso es la mística en definitiva: una búsqueda no satisfecha de lo divino y tratar de trasmitir esa experiencia no completa.

¿Crees que la poesía mística tiene algo que decir todavía en la sociedad actual, tan superficial e hipertecnologizada? ¿Qué les dirías a todos aquellos que piensan que los poetas místicos sois un residuo del siglo XVI?

El hombre y la mujer son sujetos en busca de sentido. Y esto es así ahora y en el siglo XVI. Y esa búsqueda de sentido se realiza a veces mediante la intuición; la poesía,  en tanto en cuanto lenguaje intuitivo, proporciona un camino que permite la contemplación, la belleza, incluso la meditación. En la actualidad, yo veo que muchas personas están en búsqueda espiritual, y  también desde el agnosticismo. Cada vez hay más gente que se dedica a la meditación, al yoga… La poesía es comunicación, pero también es autoconocimiento; por lo tanto, un vehículo muy bueno para abrirnos a otras realidades. Es, en definitiva, una forma de meditación.

¿Qué te proporciona el contacto con la naturaleza? ¿Cómo influye en tu poesía?

La naturaleza es el único referente universal, lo único  sobre lo que todos los seres humanos tenemos experiencia y/o conocimiento directo. Otros temas como, por ejemplo, la mitología puede que mucha gente los conozca y comparta, pero hay otra mucha que no, a la que nunca le va a llegar. Sin embargo la experiencia de la naturaleza es universal porque nuestros sentidos están hechos para percibir la naturaleza. Todos los poetas han recurrido a ella porque está llena de imágenes universales. ¿Quién no ha visto el vuelo de un ave? Cuando hablas del vuelo en un poema inevitablemente comunicas.

Te encuentras ahora mismo haciendo una tesis sobre agricultura ecológica. ¿Hasta qué punto esto te está determinando lo que escribes?

Mucho. Lo que ha motivado esta tesis es tener que ir al campo frecuentemente y, por lo tanto, el trato con campesinos, con agricultores ecológicos. Y eso me proporciona muchas experiencias relacionadas con la naturaleza que trato de comunicar en mis poemas.

Hay dos grandes tendencias en el Ecologismo. La conservacionista, centrada en conservar determinados espacios naturales; y la social, que opina que el origen de la crisis ecológica es fruto del sistema económico y por lo tanto hay que cambiar el sistema económico si queremos resolver la crisis ecológica. ¿Con cuál de las dos tendencias te identificas más como poeta y como ciudadano?

Si miro un poco para atrás, mi historia está relacionada con el movimiento ecologista de los 80 en España. Y este era mayoritariamente conservacionista. Yo he pertenecido a la SEO (Sociedad Española de Ornitología) y esos son mis orígenes en el ecologismo. Sin embargo, actualmente, me sitúo más en el movimiento de emancipación social; el que entiende que la crisis total en la que vivimos surge del paradigma de la modernidad que se basa en el libre mercado, apoyado por los estados  y  por la ciencia, que está a su servicio. Este paradigma de la modernidad hace que exista la explotación del hombre por el hombre así como la destrucción  de la naturaleza. Yo me sitúo pues en el proceso de emancipación social, en el de la gente que, desde abajo, intenta salirse del sistema y vivir en consonancia con la tierra. Me refiero, por ejemplo,  al campesino ecológico, a estos amigos míos que trabajan no para lucrarse en el mercado, si no para ofrecer alimentos sanos y producidos de forma sostenible. Así pues, me alineo claramente con estos movimientos que hoy por hoy  representan el germen de  un cambio de sistema.


RINCÓN DE LOS CEREZOS (SONETO)

Rincón de los Cerezos: aquí llega
tu vida dando tumbos y respira:
Aquí vienes y sientes que es mentira
que todo sea mentira; se te entrega

el sentimiento a la verdad; se anega
la soledad de esa criatura herida
que eres; en el amor y en la acogida,
renace un niño nuevo y se repliega

tu ser brutal. Las sogas que se tensan
en torno al cuerpo, alrededor del alma,
se afinan con el silvo de las aves

y eres más tú de lo que siempre piensan
los guardianes del mundo. Y en la calma
tu ser previsto asoma y tú lo sabes.


Gonzalo Melgar

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